Monday, 29 October 2012

Capitulo 15


            Leí el primer tramo del camino y después dormí, el segundo tramo, que fue cuando cambiamos trenes, me dedique a pensar en Lennon. No tenia idea que me había pasado, por qué no había querido dejarlo atrás. Solo yo sabia lo terrible que seria no verlo, aunque nos tratáramos como mierda, sabia que en el fondo el me importaba bastante.  Pero no como George, George me importaba de manera diferente, no más que John, pero tampoco menos, pero no igual. Era raro, no se podían comparar los dos, y luego estaba Paul, quien me seguía a todos lados como un cachorro. Pero a Paul no lo podía considerar como algo mas que un amigo, no podía, no me podía imaginar con el. Lo mejor seria... hablar con el, en cuanto regresara. Era tiempo de que dejara de huir de toda la mierda que había hecho, regresando a Liverpool, seria una nueva persona.

            Llegue a la estación de París, siempre había amado a ese lugar, suspire de alivio en cuanto llegue, mis padres me recogerían ahí y después marcharíamos hacia Gargilesse. Ya podía casi respirar el aire del campo, escuchar el suave murmullo del viento recorriendo el pasto pero más que nada, estar alejada de todo el laberinto que yo misma había creado y en el que yo misma me había perdido.

            Pensando en esto, me senté en una de mis maletas, me puse mis gafas y seguí leyendo. Mi padre era distraído e impuntual así que tenia por lo menos 20 minutos para seguir leyendo.

-Florence!-

            Habían pasado exactamente 23 minutos cuando escuche este grito que resonó por toda la estación de trenes. Sonreí y fingí no haberlo escuchado, siguió con sus estruendosos gritos y reí al escuchar que estos se acercaban junto con los regaños de mi madre.

-Santo cielo Jacques, deja de gritarle-

-No me escucha Rosa-

-Esta jugando contigo, deja de gritarle-

            Reí de nuevo y se acercó, cargándome completamente y girando conmigo mientras mi madre le imploraba que se comportara, algo que, como de costumbre, ignoro completamente.

-Mírate, que grande estas, apenas ayer eras una chiquilla que jugaba futbol conmigo en el campo del abuelo- dijo mi padre.

-Descuida papa, aun podemos jugar, y aun podre ganar- le respondí con una sonrisa, haciéndolo reír.

-Vengan, hablaremos en el auto, hay mucho camino por recorrer-

            Mi padre ayudo a cargar maletas, y nos subimos al viejo auto familiar, estar ahí era como estar viva de nuevo, estar segura, nada me podía pasar ahí.

-Y bien, quien era el chico?- dijo mi padre en cuanto subimos al auto.

-Papa!-

-Que? Es de suponerse, tu depresión de típica adolescente, faltar a la escuela, la nueva actitud, el nuevo peinado, el nuevo vestido, dios mio! De donde sacaste ese vestido?-

-Lo compre-

-No me agrada, es revelador-

-Déjala en paz Jacques, hablaremos en la casa- volteo a verme- Había un chico?-

-Honestamente mama... el problema es que habían 2, o 3, o quizás eran 20-

            Y comencé a contarles todo, ellos realmente escuchaban, no como Henry y Agatha, que fingían hacerlo por que no tenían ni puta idea de que hacer conmigo, estaban demasiado acostumbrados a Peter. Peter, joder, era el único que comprendía en esa casa, aunque a veces también, fingía escucharme por que no tenia idea de que decirme, era un chico, los chicos no saben nada de nada.

            Esos días fueron fácilmente, un gran alivio, estaba  feliz, algo que no había estado en mucho tiempo, estaba comenzando a considerar quedarme ahí y solamente regresar a Liverpool si fuera completamente necesario. Algo que no esperaba ya que ahí nunca sucedía nada, pero es que la promesa que le había hecho a John, y además, la forma en la que había querido permanecer ahí con el me atormentaba, poder pensar en intercambiar Francia por Liverpool, solo por el…. Eso debía tener algún significado.

            El primer mes fue esplendido, no recibí ni una sola carta de su parte pero aun así quería volver a verlo. Mi visita ahí ahora era por tiempo “indefinido”. No quería regresar, pero debía hacerlo.

            No le di mas consideración a esto hasta la mitad del segundo mes, cuando estaba con mi padre, ayudándolo a teñir algunas prendas de ropa, era su nuevo pasatiempo favorito, mezclaba muchos colores y los resultados eran impresionantes.

-¿Y que harás con ellos?- pregunto.

-¿Con quienes?-

-Con tus chicos-

-¡Papá!-

-Solo es curiosidad, ¿Qué harás?-

-¿En realidad  tengo que regresar?-

-Me gustaría que lo hicieras, tienes que solucionar ese problema-

-Lo se pero es que… no lo se-

-¿Qué no sabes?- pregunto mi madre, entrando con una canasta llena de ropa.- Jacques, por dios, esas son tus camisas nuevas!-

-Solo les doy algo de color, continua Evie-

-Hay un chico, no te conté de el-

-¿Cómo se llama?-

-George Harrison  y el… ¿Por qué te estas riendo?-

-Es un nombre gracioso-  dijo mi papá, muy entretenido.

-En fin, hay una situación el… bueno el, dijo algunas cosas-

-¿Qué te dijo?-

-Dijo que…- baje la mirada a la tina llena de agua con color.-Que yo era insegura, manipuladora, y que.. era una fácil-

            Los 2 levantaron la mirada en asombro de manera simultánea.

-P-pero seguramente tu te defendiste!- dijo mi padre, indignado.

-No-

-¿No?-

-No, por que, tiene razón-

            Los 2 dejaron de hacer lo que estaban haciendo para verme, tenia que decirles, la persona en la que me había convertido, además de ser mis padres, eran mis amigos, mis consejeros, necesitaba su orientación.

            Les narre lo que no les había dicho, lo que había hecho, solo para agradarle a John, que ni siquiera estaba segura si le agradaba por completo o si solo estaba esperando el momento para convencerme de acostarme con el o algo así.

            Mi padre, siendo la persona comprensiva que era, me afirmo que las personas podían cambiar, que podían volver a ser lo que alguna vez fueron, algunos cambios eran para bien.

            Mi madre, era sensible y delicada, y ya cuando se le paso el shock inicial (1 día), me dijo que no importaba, que era su hija, y aunque no aprobaba de mi comportamiento, ella se iba a encargar de que pudiera cambiar, y me iba a enseñar como se comportaba una señorita, no estaba molesta, sino mas bien, decepcionada, algo que era peor.

            Ahora ellos también estaban convencidos de que tenia que regresar a arreglar los problemas que yo misma había hecho. El mejor momento de mi viaje fue cuando fuimos a la granja del abuelo, mi abuelo era mi persona favorita en todo el mundo, le agradaba a todo aquel que lo conociera, era un hombre optimista, serio, muy sabio y pronto seria su cumpleaños. Para mi desgracia, mi visita ahí no fue muy cómoda, fue cuando comencé a sentirme mal. Recuerdo que lo salude y entre rápidamente a su casa, sintiendo algo en mi pecho, una presión fuerte. Subí las escaleras y llegue al techo, donde mi senté a ver el sol, los animales, el mar que se veía desde ahí, a mis familiares llegar. De ahí pude ver como alistaban todo para comer afuera, como comían y platicaban, mis padres me estaban buscando pero no me sentía en condiciones muy óptimas para bajar y convivir.

-Y ahí esta mi nieta... debí suponer que estarías aquí-

            Mi abuelo estaba asomado por la ventana con esa sonrisa tranquilizante.

-Quieres bajar?- me pregunto y sacudí la cabeza.-Bien, yo subiré-

-No abuelo! Espera, ahora bajare-

            A los cuantos minutos me encontraba con el atendiendo su jardín y sus preciadas flores, en silencio. El siempre esperaba a que yo hablara y jamás intentaba llenar los silencios con conversación sin sentido. Sentí un dolor punzante y mi respiración comenzó a salir rápida y entrecortada.

-Evangeline, te encuentras bien?-

-Si, creo que... solo me sentare un poco-

            Me senté y tomo asiento a mi lado mientras yo veía las nubes.

-Estoy preocupada creo, por el, lo extraño-

-A quien?-

-A John-

-Y quien es John?-

            Le conté quien era, y lo importante que era para mi.

-Te diré algo, debes estar segura que es la persona correcta, si necesitas cambiar para el, no lo es-

-Lo se, es lo peor, que lo se-

-Eres igual o peor que tu abuela, eres exactamente igual a ella-

-No se si lo sepas, pero soy adoptada-

Sonrió.-Si, lo se, pero no dejas de ser igual, como te están tratando los Shotton?-

-Bien, son geniales, especialmente mi hermano, pero no se, siento que no saben que hacer conmigo a veces, no se, a veces no estoy segura de que me quieren, si me quisieran, por que me dejaron para empezar y también Jacques y Rosa, por que me han dejado estar allá tanto tiempo? Que no me extrañan?-

-De Jacques y Rosa, no lo dudes ni un poco, te aman. Aun lo recuerdo. Estaban aquí cuando tú llegaste, a la mitad de la guerra, una familia les pidió una dirección, tenían un hijo mayor y tú acababas de nacer según dijeron, en Inglaterra la situación estaba peor veras, y aquí, aquí es un pueblo fantasma, nunca pasa nada. Después se convencieron de que estarías mejor aquí, tu madre, Rosa, veras, ella jamás había podido tener hijos y pensó que seria perfecto, decidió que no podía dejarte regresar allá, te quería junto con tu padre y ayudo a convencer a la señora Shotton de que aquí estarías mejor. Al niño, tu hermano, lo dejarían con algún familiar pero supongo que no lo hicieron... te quieren, estoy convencido de ello, y no pienses jamás lo contrario. Y por ese chico... John, él te quiere como eres, pero no me gusta para ti, me gusta más el otro-

-El otro?-

-El otro-

-Paul?-

-No, pero te acercas-

-George?-

-Ese-

-Pero me odia! Como voy a estar con alguien que me odia!-

-No te odia... ya veras que todo se dará a su tiempo-

            Abrí la boca para hablar.

-Florence! Con que aquí estas! Te hemos estado buscando, ve a comer, no espera, primero ve y lávate esas manos!- era mi madre. Le sonreí al abuelo quien me guiño el ojo y me pare para ir con mama.

            Ese día en la noche, mientras todos dormían me decidí, tenia que llamar a John, no me sentía bien, no podía dejar de pensar en el... tome el teléfono, al abuelo no le importaría pagar la llamada a larga distancia, sonó y sonó pero nadie jamás contesto. No me sabía el número de Paul y si llamaba a Agatha a esas horas...

            No pude dormir, estaría John pensando en mi como yo en el? Quizás no.

-Pero como es posible... ayer estabas bien, dame el termómetro-

            Mi madre me miraba incrédula. Si, genial, ahora me sentía como una invalida, tenia fiebre y mi padre había sugerido que no me parara de la cama por el día. Sentí una fuerte presión en mi pecho y... algo no estaba bien, me sentía como en un sueño lucido, donde todo parece real pero repentinamente notas algo fuera de lugar, así me sentía, solo que no podía identificar que estaba fuera de lugar.

-Papa, crees que pueda usar el teléfono?-

-A quien quieres llamar?-

-A Pete-

-No quieres que te cuente mi nuevo proyecto?-

            En ese momento no note su repentino cambio de humor y de tema, pero es que así era mi padre, siempre cambiando temas de conversación a su antojo.

            Me hizo olvidar mi necesidad de comunicarme con alguien de Liverpool hasta tarde, cuando mi abuelo me permitió usar el teléfono.

-Operadora, en que puedo servirle?-

-Necesito el número de James McCartney, Merseyside, Liverpool, Inglaterra-

-Espere un momento, ahora la conecto-

-Si?-

-Paul?-

-No, Mike, quien habla?-

-Mike, hola, habla Evangeline-

-Evangeline?-

-Mierda, habla Bess-

-Oh, oh! Bess, si, m-mira Paul ahora no esta aquí, esta ocupado-

-Tardara mucho?-

-Probablemente si-

-Mike, escucha, esta todo bien por allá?-

-A que te refieres?-

-No lo se, en general, están todos bien?-

-Creo que deberías regresar, y rápido-

-Mike que esta pasando?-

-Escucha, tengo que irme, nos vemos luego-

-Mike!-

            Y colgó. Joder. Eso casi confirmaba mis sospechas, algo estaba mal.

            Creo que el resto de la semana ahí me la pase muy pensativa, que, posiblemente estaría mal aparte de las calificaciones de John?

-Quiero regresar-

            Estas 2 palabras fueron suficientes para que mis padres levantaran la cabeza de lo que estaban leyendo y me vieran incrédulos.

-Ahora?-

-Ahora, mañana, que no pase de esta semana-

-Ev, hicimos algo?- pregunto mi padre.

-No, pero creo que algo esta mal, no lo se, así lo siento y si ustedes saben algo agradecería que me lo dijeran-

            Voltearon a verse y... si, ellos sabían algo.

-No creo que sea buena idea, pero si tu quieres hacerlo...-

            Y así fue como me encontré de nuevo en la estación de trenes, esperando abordar, con mis padres observándome con cara de preocupación, esta vez mi abuelo nos acompañó, lo cual lo hizo mas difícil, pero los 3 prometieron y juraron visitarme pronto. Esta vez no dormí para nada, me sentía peor que la primera vez que había viajado hacia Liverpool. Mucho más nerviosa.

            Nadie me esperaba en Liverpool, pero no le había dicho a nadie que iría, tome el bus y llegue a la casa, donde toque pero nadie salió.

-Salieron hace un rato- dijo una vecina.

-Disculpe?-

-Si, salieron, saben que vendría?-

-No, no lo sabían-

-Me pidieron que guardara la llave, para Peter, te la puedo dar...-

-Si, gracias-

            Entre a la casa, todo estaba en silencio. Al parecer, todo estaba bien ahí. Marque el numero de John pero nadie me contesto. Ni siquiera intente marcarle a Paul.

            Me puse un pantalón de mezclilla, no tenía ganas de usar vestido, y aquellos zapatos raros que mi padre me había comprado en América.

            Llegue a la casa de Mimi, que estaba a corta distancia y espere a que alguien abriera, lo hizo la señora Smith.

-Oh Evangeline! Gracias a dios que estas aquí! John! Visita para ti! Ahora viene querida-

            Espere a que John bajara y cuando lo hizo, me sentí aliviada al verlo, estaba bien, me había preocupado por nada. Pero conforme se fue acercando pude notar que NO estaba bien.

            Su expresión era diferente, él era diferente. Me miro de arriba a abajo y esbozo una sonrisa falsa e irónica y... me cerro la puerta en la cara.

            Joder. Debí saberlo, debí saber que ese estúpido bipolar de mierda cambiaria de opinión. Mimi volvió a abrir la puerta, pidiendo disculpas por parte de su sobrino.

-Descuide señora Smith, quizás este no sea un buen momento-

-No Evangeline, me gustaría que hablaras con el de... bueno, lo que paso. Esta arriba en su habitación, creo que ya sabes donde esta-

            Subí nerviosa, y si de nuevo me mandaba a la mierda? Toque la puerta y cuando nadie la abrió, lo hice yo. Estaba acostado boca abajo en su cama con su rostro en su almohada.

-Por última vez Mimi, NO quiero ver a nadie-

-Johnny...-

            Levanto la mirada y di un paso hacia atrás, esa mirada no me gustaba nada.

-Mira, no sé que esta pasando, vine por que... estaba preocupada por ti, no lo se John...-

-Oh, estabas preocupada- su tono era sarcástico.

-Si, de hecho, no quería venir, pero te lo prometí-

-Ahora te importan tus promesas, Tus putas promesas, te digo que pienso de ellas?-

-No John, no quiero saberlo. Solo quiero que me digas que te pasa-

            Sacudió la cabeza y se rio. Me senté en su cama pero en cuanto vi su mirada me pare y decidí sentarme en su escritorio.

-Primero, voy y me lo trago todo Florence, todo de que me quieres y esa mierda, y me dices que volverás, y me dices que siempre estarás ahí y no se cuanta mierda mas, pero cuando yo te necesito... mierda...-

            Se volteo hacia otro lado. Estaba... estaba llorando?

            Me senté a un lado de él, ignorando sus quejas y acaricie su cabello.

-John, no tengo ni puta idea de que me estas hablando, si quieres...-

-Julia murió-

           






perdonenme por tardarme :c es que he estado bastante ocupada, bueno ya estoy haciendo el otro cap, comenten, lean etc :D

Monday, 22 October 2012

Capitulo 14


NARRACION EVANGELINE

            John había tenido razón, discutiríamos sobre cada pequeño detalle insignificante. Ahora no sabia que había hecho mal, solo sabia que me estaba ignorando, sus cambios de humor eran habituales, sus bromas crueles también, pero lo que no toleraría es que me humillara en publico, poniéndome apodos horribles, haciendo comentarios fuera de lugar, el mas reciente es que le había dicho a Stu que yo era "Pandora", conocía el mito, y no me causaba una pizca de gracia.

            Era una de esas temporadas donde yo estaba harta, de John, de Agatha y Henry, de los chicos, de Pete, de que George se comportara así conmigo. El día había llegado, no lo toleraba mas, encima, me gustaba. Si, me gustaba, y bastante. Estaba enamorada de el? Quizás.

            Ese día era el punto culminante de mi mal humor, le había gritado a varias compañeras y tenia mucha tarea encima, pero, gracias a que no había ido a estudiar con Paul, no tenia idea de nada. Salí de la escuela, lo vi caminando con algunos chicos que yo conocía, los cuales se acercaron a saludarme, el permaneció al otro lado de la calle, asintió en mi dirección en forma de saludo y se volteo viéndose un poco impaciente. Continúe platicando con los chicos, eran muy agradables y me hacían reír, en cambio el estaba al otro lado de la calle, esperándolos, impaciente, viendo su reloj constantemente. "Porque no ser amable con el?" pensé.

-Oye George, puedes venir a esperarlos acá- le dije con una sonrisa.

            No dijo nada, simplemente sacudió la cabeza. Aunque sea difícil creerlo, eso fue el colmo de todo.

-Cual es tu problema?!-

            Todos voltearon a verme, sorprendidos por que le estaba gritando al pequeño y callado George Harrison. Ah, y le estaba gritando a media calle.

-Yo?-

-Si! Tu!-

            Frunció el ceño y se acercó a donde estaba. Ah, ahora si cruzaba la calle.

-Disculpa, creo que no enten...- comenzó a decir.

-Si, si entendiste bien, estoy harta George, si tienes algo que decirme deberías decírmelo bien, no haciendo tus estúpidos desplantes-

-Perdón?-

            Bien Ev, tienes que controlarte. Todos te están viendo... resople y lo tome del brazo.

-Tengo que hablar contigo- le dije.

            No caminamos lejos, solo lo suficiente para que nadie escuchara. Mas adelante podía ver a Paul con John, Stu, Pete y otros chicos de la banda, parados ahí fumando, seguramente hablando de sus recitales.

            George se mantuvo en silencio y espero a que yo hablara.

-Perdón por... ahorita, no estuvo bien gritarte-

-Descuida-

-George, realmente no sé que hice para desagradarte-

-No, no es nada Bess-

-Tiene que ser algo, puedes decirme, no me molestare-

            Sacudió la cabeza mientras miraba al suelo.

-Por que te importa? Solo soy otro chico, ni siquiera voy a tu escuela, solo nos frecuentamos de vez en cuando-

-No lo se, eres amigo de John-

-No tiene nada que ver, eres novia de John, no mía, ni siquiera me considera su amigo-

-No soy su novia-

            Resoplo.

-Solo dime por que tu insistencia, te importa un carajo cuando Paul se molesta contigo, no te importa que toda tu escuela te odie, no te preocupa demasiado cuando John te ignora, sin embargo, aquí estas, insistente, como si hiciera una diferencia el hecho de que yo este molesto contigo o no-

-Si hace una diferencia, si no sabes, no opines-

-Que diferencia Bess?- su paciencia, la cual sorprendentemente no era infinita, parecía estar llegando a un limite igual que la mía. Sus ojos oscuros e intensos buscaban la respuesta en los míos.

-Te amo, George-

            En cuanto dije las palabras, quise golpearme por ser tan estúpida. Porque le había dicho eso? Se suponía que nadie NUNCA lo sabría. Pero algo en su mirada, me hacia ser honesta, aunque no quisiera, sentía como si fuera una obligación, bajo esa mirada intensa no podía mentir.

            Su expresión cambio por completo, bajo la mirada hacia sus zapatos rápidamente. No parecía molesto sino que... no sabría describirlo, su rostro era inexpresivo. Quería salir corriendo pero ya lo había dicho, era como si alguien hubiera dejado caer una bomba.

-Perdón, era eso y solo quería saber si...-

-Si yo sentía lo mismo? Puedo ser honesto?- me pregunto, asentí.-Veamos, eres fría, te crees superior a los demás, te das esos aires de confianza cuando solo estas asustada, te haces pasar por la zorra de Liverpool, no lo se, quizás lo seas, nadie sabe quien eres en verdad ya, ni siquiera tu, estas frustrada, juegas con todos, estas enamorada de John pero él no te ama a ti, y sabes algo? Yo tampoco te amo.-

            Antes de que las palabras se registraran sentí las lágrimas intentando salir, no, hacia años que no lloraba y no lo iba a hacer ahora.

-Gracias George, esto ha sido muy... interesante-

            Se mordió el labio y volteo hacia otro lado.

            En cuanto estuve a cierta distancia sentí mis mejillas húmedas, jamás me habían hablado así antes.

 

NARRACION NARRADOR (?)

-Bess, te estaba esperando- dijo Pete con una sonrisa.

            La chica se acercó a su hermano e ignorando los comentarios desagradables de John se lanzo en los brazos de Pete y comenzó a sollozar de manera casi histérica.

            Todos observaban estupefactos, nadie recordaba una vez donde ella se mostrara debilitada, nadie jamás la había visto llorar o preocuparse por algo en verdad.

            Pete no reacciono hasta que Stu le hizo algo gesto indicando que la abrazara.

-Evie, que paso?- le pregunto Pete en un susurro.

-Él no me ama- le respondió la chica entre lágrimas

-Pero quien...?- volteo para ver a George aun parado donde ella lo había dejado.-Iré a hablar con el-

-No, no Pete, quiero irme, quiero irme ya, por favor-

            La chica no dejo de abrazarlo.

-Solo iré a decirle que...-

-Quiero irme a casa! Por favor Pete...-

            El chico asintió y tomo su mochila de ella, puso un brazo alrededor de su cintura.

-Bien, los veo luego chicos-

            Estos no dijeron nada, ni siquiera se movieron, el único que lo hizo fue Stu quien le dio una ligera palmada de consuelo en la espalda a Bess.

 

NARRACION EVANGELINE

            El camino a casa pareció increíblemente largo. No podía esperar a llegar.

-Pero Evangeline! Que te paso? Estas bien?- me dijo Agatha en cuanto me vio.

-Estoy bien, estoy cansada-

-Pero mírate! Vienes hecha un desastre!-

-Dije que estoy bien-

            Subí hacia mi habitación y la escuche cuestionando a Pete en el piso de abajo. Me lancé a mi cama para llorar con más intensidad, las palabras de George me habían llegado. Me habían llegado por que tenía razón, en todo. Yo no solía ser así, yo solo solía ser... yo. No podía creer la persona en la que me había convertido para agradarle a John. Ahora jamás le agradaría a nadie.

            Después de eso me quede dormida y cuando me desperté me sentía como si acabara de salir de 1 año de tener la gripe. Escuche que tocaban en la puerta.

-Ev, dice mama que bajes a comer- era Pete.

-Dile que... que no tengo hambre-

-Anda, solo un poco-

-No Pete-

            Paso una semana, falte a la escuela con la excusa de que no estaba bien. Muchos dirán que era una estupidez detener mi vida por eso pero la realidad me había golpeado en la cara, y no se sentía nada bonito. Y mucho menos viniendo de la boca honesta de George Harrison, el chico del que probablemente estaba muy enamorada.

            Pete estaba preocupado, Agatha también, Henry lo estuvo al principio pero ya había perdido la paciencia. Yo era una chica y él no estaba acostumbrado a lidiar con chicas adolescentes con cambios hormonales.

-Por favor Evangeline, deje tu comida en la cocina, trata de bajar a comer algo-

-No me siento bien- le conteste a Agatha.

-Pero tienes que pararte de aquí, lo que sea, se solucionara-

-No lo hará-

-Si lo hará, tienes que pararte-

-Dile que se vaya a duchar!- grito Pete desde abajo sacándome una sonrisa.

-Dijeron tus padres que te llamaran en la tarde, esta vez trata de hacer algo más que llorar. Si?-

            Asentí y me pare de la cama. Otra ducha no estaría mal, aunque fuera la segunda del día.

            Estaba bajando las escaleras cuando sonó el teléfono. Vi a Pete contestándolo.

-Hola? Si, esta aquí, no, no puede venir al teléfono. No quiere hablar con nadie. Nos vemos mañana-

-Pete, quien es?-

-Es John, quiere hablar contigo-

            Me pareció extremadamente raro que me dejara hablar con el, pero quizás tenia miedo de que me soltara llorando y que no bajara de mi habitación en otra semana.

-John?-

-Hola, estas haciendo algo?-

-No-

-Llego allá en 20 minutos-

            Y colgó. Me debatí entre subir corriendo a arreglarme o bajar a comer y ver televisión. Me decidí por la segunda.

            Pete estaba viendo televisión cuando entre a la sala con mi plato de comida, me señalo el lugar a un lado de él y puso un brazo alrededor de mi.

-John vendrá- le dije.

-Ah si? A que?-

-Ni idea, solo me dijo que vendría-

-Y lo veras vestida así?-

            Vi mi ropa, un pants gris muy amplio y una sudadera que alguna vez había pertenecido a Henry. Unos tenis que mi padre me había comprado años atrás en América, no usaba maquillaje, usaba mis gafas y mi cabello estaba por todo el lugar como siempre.

-No tiene nada de malo- le dije.

            Volvió a sonar el teléfono y pensando que era John cancelando, lo conteste.

-Si?-

-Oh Florence! Como estas?- era mi madre.

-Bien-

-No, que te pasa?-

-Mama, es una larga historia-

-Hemos apartado tu boleto de tren, lo puedes usar mañana a las 5-

-No lo se-

-Tienes que venir, será divertido, anda, me lo puedes contar todo aquí-

            Lo considere, quizás era lo mejor... alejarme de todo.

-Esta bien, mañana a las 5-

-Dile a Agatha, y dile que regresaras, no la queremos hacer sentir mal-

            John me dio exactamente el tiempo suficiente para terminar de hablar. Tocaron la puerta y Agatha la abrió.

-Hola señora Shotton, esta Evangeline?-  era John.

-Creo que... esta enferma John-

-Pero acaba de contestarme el teléfono, y dijo que podía venir-

-Bien, espera aquí-

            Entro a la sala donde yo me despedía de mi madre.

-John te esta buscando-

            Me miro confundida. Me pare y fui a la puerta. Aquel me miro de arriba a abajo y sonrió.

-Me gustan tus gafas- me dijo.

-Hola John, que puedo hacer por ti?-

-Quieres salir a caminar?-

-Pete, dile a Agatha que regreso en media hora- le dije a mi hermano quien dudo un poco y después asintió.

 

NARRACION JOHN

            Caminamos en silencio hasta llegar a Sefton Park, hacia frio, y mucha gente evitaba salir en clima así. Se sentó y me senté a su lado, sin saber muy bien que decir o por donde empezar.

-Stu te manda este libro- le dije.

            Levanto la mirada y tomo el libro de mis manos, le dio una hojeada y sonrió. Estaba en francés.

-Gracias-

-Y una chica llamada Sophie, te manda esto, creo que es tarea- le pase la mochila que llevaba conmigo.

-Ah, agradécele de mi parte-

-Que no iras mañana a la escuela?- le pregunte.

-No John yo...- se detuvo y vio el pasto- Me voy a Francia, John-

 

NARRACION EVANGELINE

            Mantuvo el silencio, no sabia cual seria su reacción y honestamente no me importaba. Se recostó en el pasto y tomo mi mano para que me recostara con el. Frunció el ceño.

-No te puedes ir-

-Si, me iré-

-Cuando?-

-Mañana-

-Mañana?!- dijo en un grito que hizo volar del susto a algunas aves que estaban cerca.

-Si-

-No te puedes ir-          

            Se giro para mirarme. Acaricio mi mejilla mientras yo miraba el pasto, se acercó a mí y me beso.

-No te vayas, no puedes dejarme-

-Deja de pensar en ti John, y piensa en mi, no quiero estar aquí-

-Pero estabas bien, todo esto es por culpa de George, no es así?-

-No, no es su culpa-

-Quiero que te quedes-

-No John, no hagas esto difícil-

            Cerré los ojos mientras sentía que las lagrimas se acumulaban en mis ojos. A quien quería engañar? Aun me importaba.

-Bien, vete, pero regresa-

-Dime por que, posiblemente, regresaría?-

-Por mi-

-Mucho menos regresaría-

-Se lo que estas tratando de hacer, tratas de hacerme sentir mal, no es así?-

-John! No todo se trata de ti!-

            Mi paciencia estaba disminuyendo.

-Solo... prométeme que regresaras-

            John le temía terriblemente a las despedidas, hasta ese momento caí en la cuenta. Pensaba que si nos despedíamos jamás nos veríamos de nuevo.

-Regresare, te lo prometo-

-En un mes-

-John!-

-En un mes-

-Esta bien, en un mes-

-O menos-

            Sacudí la cabeza mientras le dio una hojeada a mi libro.

-Léeme algo-

            Me lo paso y cerro los ojos mientras me acosté a su lado de nuevo para comenzar a leerle. Una perfecta ultima tarde con John.

            Regresamos a mi casa cuando oscureció, estaba muy callado, sosteniendo mi mano, apenas y hablaba, igual que yo. Dejo de caminar y me miro a los ojos.

-Que te dijo ese bastardo?- me pregunto.

-Solo la verdad-

            Tire de su mano para seguir caminando. Era extraño, no hablar de cualquier estupidez, generalmente, trataba de platicar con el de cualquier cosa, pero no tenia los ánimos.

            Llegamos y se sentó en el banco de afuera, esta vez me senté con el. Se mordía los labios mientras miraba el suelo. Acaricie su cabello, no pude evitarlo, y se acercó para besarme apasionadamente. Mis brazos lo rodeaban mientras me acerco mas a el para acariciar mi cintura, el sabia lo mucho que me gustaba que tocara mi cintura.

-Veo que ya te sientes mejor-

            Era Henry. Llegando de trabajar. Me sonroje pero John se mantuvo tranquilo.

-Lennon- lo saludo de forma fría.

-Oficial Shotton- le contesto John de forma burlona.

-Adentro Evangeline- me dijo Henry.

-Solo 5 minutos- le conteste.

            El entro a la casa mientras me recargue en John, quien había encendido un cigarrillo, jugaba con mi cabello. Parecía querer decir algo, eran silencios de ese tipo.

-Voy a extrañarte- admitió.

            Me senté, lo mire extrañada.

-Que?-

-Voy a extrañarte. Quien nos conseguirá bebidas?-

            Le sonreí y bese su mejilla.

-Evangeline, ya pasaron los cinco minutos-

 

NARRACION JOHN

-John, me podrías decir donde estabas? No dejaste recado, no me dijiste nada, pudiste llamar...- era Mimi.

-No tengo tiempo para esto-

-... no me dijiste... Que me acabas de decir?-

-No tengo tiempo para esto ahora-

            Subí a mi habitación. Maldita vieja, reprimiéndome por cualquier mínimo movimiento que hacia. Me senté en la cama... Bess se iría. Se regresaba a Francia. No se podía ir. Me mantuve ahí sentado, reflexionando, algo... algo que le había dicho ese cabron de George la había puesto así. Antes había estado tan llena de vida y ahora... parecía estar deprimida.

            Espere a que Mimi subiera a dormir y baje para usar el teléfono. Como era de esperarse un martes por la madrugada, nadie contesto. Bien, esto requería de una visita en persona.

 

NARRACION GEORGE

            Comenzaba a dormitar y en imaginarme miles de formas para quemar la escuela... quizás... si, mejor no entregaba la tarea de matemáticas. Era difícil, innecesario, una basura.

            Mama y papa, al igual que los demás, habían subido para dormirse hace horas, Harry se había quedado para cerciorarse de que la estuviera haciendo, pero cada algunos minutos tomaba un "descanso de guitarra", se había desesperado y subido a dormir igual que los demás. Tome los libros para subirme cuando escuche la puerta, no eran regulares las visitas a la 1 de la madrugada... y menos de alguien quien tocara la puerta como si la quisiera derribar. Me asome por la ventana, era John. Confundido la abrí.

            En cuanto lo hice, me jalo hacia afuera. Parecía furioso y me arrepentí de haberla abierto.

-Ve y pídele disculpas. Ahora.-

            Disculpas? A quien? Lo mire confundido, si, estaba furioso.

-A quien?-

-A Mimi estúpido... Bess! A Bess! O a quien mas has deprimido en estos últimos días?-

-Por que habría de pedirle disculpas?-

-Mira, escúchame bien, cabron, quiero que vayas a su casa, ahora, y le pidas disculpas por lo que sea que le dijiste que la hizo sentir lo suficientemente mal para regresarse a Francia-

-Ella me dijo que podía ser honesto, que no se molestaría, y fui honesto con ella, creo que no debería disculparme, espera... Francia?-

-Ella es de Francia-

-Pensé que era hermana de Pete-

-Es adoptada, su familia adoptiva vive en Francia y ahora se regresa por tu puta culpa. Quizás a ti no te importe, pero hay algunos a los que si-

-No,  creo que no debería-

-George...- comenzó en un tono amenazante.

-Ahora no, es tarde, mañana temprano, lo hare-

-A que hora?-

-No lo se-

-Se va a las cinco-

-De la mañana?-

-De la tarde, asegúrate de decirle antes... o si no, te juro que de esta no sales Harrison-

            Se dio la media vuelta y se marcho.

            Jamás había querido hacerla sentir mal, ella me pidió mi honestidad y se la brinde, esto ya era cosa suya, o no? Pero no quería que se fuera por mi culpa, o por algo que yo había dicho. No podía quedarme como el malo del cuento y quizás algunas cosas habían estado un POCO fuera de línea... si, mañana la buscaría, y quizás hablaríamos de eso. Sacar a alguien del país por mi culpa... eso no sonaba nada bien.

 

NARRACION EVANGELINE

-Hicimos algo que influyo en tu decisión?- me pregunto Agatha por milésima vez.

            Pete fingía terminar su tarea pero yo sabia que estaba escuchando.

-No- le conteste.-Solo que papa piensa que no estaría mal pasar algún tiempo en Francia, hace mucho que no los veo, y pronto será el cumpleaños del abuelo y quiere verme-

            Agatha se veía muy triste, permaneció en silencio, buscando la respuesta en mi rostro, asegurándose de que fuera honesta.

-Regresaras?-

            Pete fue el que rompió el silencio. Se veía preocupado, lo rodee con mis brazos.

-Claro que si tonto, solo dame un mes... o menos- dije, recordando a John.

            Esto pareció alegrarlos un poco a los 2 y subí a hacer mis maletas.

 

NARRACION GEORGE

            Llegue a casa de Bess a las 4:25, antes de que pudiera tocar la puerta, su padre salió con maletas y su madre detrás de el.

-Señora Shotton, esta Bess?- le pregunte.

-Bess?- me pregunto la señora confundida.

-Si, su hija-

-Oh! Evangeline! Si, pero es algo tarde para que vengas a visitarla, se va en unos minutos pero puedes pasar, esta adentro-

            Así que se llamaba Evangeline. Evangeline... era un nombre bonito. Porque llamarla Bess si tenia ese nombre bonito?

            Subí los escalones y me la tope literalmente, tirando un libro que tenia en su mano. Tarde en reaccionar y cuando lo hice ya lo había recogido ella y se dirigía hacia el auto.

-Bess, quiero...- comencé.

-Pete, George te busca- le dijo ella a su hermano en una forma casi tímida.

-No, Bess, yo...-

            Antes de que pudiera terminar ella ya se había subido el auto, Pete cerro la puerta de la casa y me miro algo confundido.

-Que hay George?-

-Pete, quiero disculparme con ella-

Frunció el ceño.-Ahora no es un buen momento... oh, espera- sonrió.-John te lo pidió no es así?-

            Asentí.

-Despreocúpate, de igual manera se ira. Aunque debo admitir, eres un cabron, no sé que le dijiste para ponerla así-

-Solo le dije...-

-Pete, se nos hará tarde- dijo su padre desde el auto.

-Bien George, nos vemos luego- me dijo el subiendo al auto.

            Mierda. Si que John me mataría.

 

NARRACION EVANGELINE

            Ignore la presencia de George, no por que estaba molesta. No tenia idea de que decirle. Continúe leyendo lo que Stu me había enviado con John, ese libro era mi nueva adicción, no había recordado mi afición por los libros hasta ese momento.

            Llegamos a la estación y mire con nostalgia Liverpool, no quería regresar ahí, pero le había prometido a John aunque... el realmente no cumplía las promesas que me hacia. Pero yo no era como el, cumpliría con la mía, pero regresar de manera permanente a Francia sonaba tentador, iniciar una nueva vida, no como Bess, pero como Evangeline.

-Bess!- grito una voz.

            Stuart me dirigió una enorme sonrisa, John estaba parado a su lado viéndose algo molesto. Aun tenia algo así como 10 minutos para abordar el tren, me dirigí hacia ellos.

-Stu- le sonreí y me abrazo.

-Te extrañare- me dijo.

-No te pongas de marica Stuart, no será para siempre- dijo John.

            Reprimí el deseo de recordarle a John que el me había dicho exactamente lo mismo el día anterior. Me acerque a John, un poco insegura sobre que hacer, el veía hacia otro lado, a todos lados menos a mi.

-Johnny-

-Ahórrate todas las despedidas y esa mierda, si? Nos vemos luego.-

            Se acercó y a pesar de mis protestas me beso, casi con furia.

-A quien engaño? Claro que regresaras, tu no me dejarías...-

-Claro que no lo haría- le conteste.

-Promételo-

-Que?-

-Que siempre estarás ahí para mi-

-Te lo prometo John-

            Sonrió, satisfecho y volvió a besarme de manera intensa, causándome escalofríos.

-John, no quiero que culpes a George-

-No lo hare-

-No lo golpearas-

-No-

-Stu, asegúrate de que se comporte- le dije al chico de las gafas oscuras quien rio.

-No te puedo prometer nada-

-Bess, están abordando- me dijo Pete.

-Bien, chicos, los veo en algunas semanas-

            Los 2 asintieron, abrace a John por una ultima vez, solo quería sentirlo cerca. En ese momento reprimí el deseo de quedarme, de decirle a Agatha que había cambiado de opinión, estando con John, nada podía salir mal, era John...

-Ven conmigo- le dije, sorprendiéndome a mi misma.

Sacudió la cabeza con una sonrisa.-No puedo hacer eso, solo te conozco a ti allá-

-Le caerás bien a mi familia-

Soltó una carcajada-Vaya, es la primera vez que escucho eso-

            Me hizo sonreír y volví a pegarme a él, no quería dejarlo, un horrible sentimiento me invadió, no podía dejarlo, era una especie de mal presentimiento. Beso mis labios y me dio una especie de palmada en la espalda.

-Anda ve-

            Y con esto subí al tren, dejando atrás todo... aunque solo fuera por algunas semanas.




perdon por tardar, apenas ahorita sali de mis delirios y me puse JODERRR jamas habia sido tan feliz! citla, cris, gracias por escuchar mis sermones sin fin en face XDDD mary, gracias por leer mis borradores de mi fic! quiero que todos sepan que esta fic esta encomendada a santa citlali, la georgopedia, que leera todos los caps antes de que sean publicados :D bueno, comenten sdjklfajsdlk luego leeere sus fics, se los juro! Byeeee :::DDDD