-John, ¿qué haces?-
-Evie- respiraba fuerte.
-Maldita sea John, ¿qué pasa?-
Me paré de la cama y encendí la luz, su tono de voz me asustaba. Parecía estar bien pero muy ebrio, era una sorpresa que se pudiera parar.
-Evie- repitió, sentándose en la cama.
-¿Qué John? ¿Qué es?-
-¿Qué hacía George aquí?-
-¿De qué hablas?-
-En la mañana...-
-Llegó minutos antes que tu, ¿es eso?-
-Mira- dijo.-Debes prometerlo-
-¿Prometer qué?-
-Nunca me dejarás-
-¿Por qué lo dices?-
-Sólo prometelo-
-Me estás asustando-
-¿Me amas?-
Su pregunta me tomó por sorpresa y lo observé por algunos segundos; me habría gustado que me lo preguntara sobrio, pero aquí estaba ya, esperando mi respuesta.
-Sí-
-Entonces dilo-
-Prometo nunca dejarte- le dije, aun en medio de mi confusión.
Terminando ese mes decidí que era hora de enfrentar a mi familia, a ambas familias, pero antes de esto envié una carta a Englebert, diciéndole que estaba bien y que por favor guardara mi secreto.
Aunque John pidió acompañarme, sabía que él no quería hacerlo, así que sé lo negué.
Antes de entrar a la casa, di una vuelta por el vecindario, para aclarar mi mente. No sabía que decirles y pensaba sólo improvisar. Llegué a la puerta y cerré los ojos al tocar.
-Vaya vaya-
Quería patearme por ser tan estúpida, era Viernes y Henry tenía el día libre. Se veía furioso y sólo lo miré con lo que seguramente era una tonta expresión.
-¿Puedo pasar?-
Sin responder se hizo a un lado. Agatha estaba sentada, leyendo y Pete estaba escuchando la radio, al parecer había interrumpido su tarde familiar.
Henry apagó la radio y los 3 me miraron, más bien los 2, Pete seguía mirando el sillón.
-¿Qué podemos hacer por ti?- preguntó Agatha, casi triste.
-Yo sólo venía a... yo quiero disculparme. Por todo, no sólo por esto pero por todo-
-Lo normal es que cuando una persona cree merecer perdón, lo hace, ¿crees merecerlo?- preguntó Henry.
-No, en realidad no. Sé que lo que hice no estuvo bien, les debo una disculpa y creo que más que eso-
Henry agitó una mano.
-Hablaremos de esto mañana, cuando Jacques y su esposa lleguen, sólo sube a tu habitación-
-No-
-¿Qué?-
-No vine a quedarme, no quiero quedarme. Vine a hablar con ustedes de esto y es todo-
-¡Evangeline! ¡No puedes hacer eso!- exclamó Agatha.-Si te quedas viviendo con ese chico viviras en ese departamento toda tu vida, él terminara en los muelles y tu de mesera o... o en Lime Street-
Realmente no creia terminar en Lime Street.
-Creo que tomaré el riesgo- dije.
Esto ocasionó que comenzara a sollozar histéricamente. Miré mis manos incómodamente.
-¿Mañana llegan mis padres? ¿A qué hora?- pregunté.
-Los esperamos en la tarde- dijo Henry, cortante.
-Bien, creo que regreso entonces-
No me volteo a ver y sólo asintió.
-Pete- me detuve frente a mi hermano- Peter-
Evitó mi mirada y puse mi mano sobre su hombro, la retiró sin voltearme a ver.
-Peter por favor- las lágrimas calaban mis ojos y este seguía sin voltearme a ver.
-Peter lo siento, mirame por favor, lo siento-
Él me miró brevemente y después regresó su mirada al suelo.
Salí de ahí, sintiendo que no podía respirar. Miré mi reloj, John estaría en casa de Paul.
Sin que me importara interrumpirlo tomé el autobús hacia allá. El padre de Paul me abrió la puerta.
-¿Esta John aquí?- pregunté sin saludarlo antes.
-Le hablo enseguida-
Esperé en las escaleras afuera y John salió viéndose preocupado.
-Vaya es Bess, Bessie la chica de... ¿qué pasa?-
Dejó en él aire la broma que iba a hacer.
-Hablé con ellos-
Tomé mucho aire, mi voz estaba quebrándose por recordar que mi propio hermano no podía verme a los ojos.
-Sé que quizás no te importe pero es importante para mi- le dije.
-¿Por qué piensas que no me importa? Ven conmigo-
Entramos a la casa de Paul, donde los otros 3 los esperaban impacientes.
-Escuchen- dijo John, recogiendo su guitarra- Me voy-
-¿Qué?- dijo Paul.-Estamos a la mitad de un ensayo-
John encogió los hombros.
-John- dije, sintiéndome incómoda.-No tienes que irte, puedo esperar afuera o hablar con Mike mientras terminas-
-Na, vamonos-
-Estamos ensayando- repitió Paul.
-Siganlo haciendo, sólo que sin mi- dijo John.
Paul me lanzó una mirada horrible. Jamás lo había visto hacer eso, conmigo era siempre muy dulce.
Mire a George, quien veía su guitarra y a Pete no parecía importarle, me lanzó una gran sonrisa.
-¿Quieres que vaya?-
Era la mañana del día siguiente, mientras yo me vestía, John me miraba desde la cama.
-No, quédate aquí o ve con Paul o algo, ayer quedó molesto-
-Me importa una mierda; escucha, ¿qué pasa si quiero ir?-
-¿Por qué querrías eso? Es mala idea, quédate aquí-
-¿Segura?-
-Completamente-
-Ven aquí-
-No, tengo que llegar rápido-
-Yo te hare llegar rápido cariño-
Me reí mientras me puse mis zapatos.
-Realmente debo irme-
Llegue a la casa y Agatha atendió la puerta, aún parecía resentida por lo del día anterior.
Entré para encontrarme con mis padres en el sillón. No sabía si me recibirían con un abrazo o una bofetada así que les sonreí incómodamente.
-¡Oh Flo!- exclamó mi madre.
Se paró y me abrazó, mi padre me sonrió desde el sillón.
-¿Y Pete? ¿Y Henry?- pregunté.
-Pete no quería estar aquí y Henry llega pronto de trabajar-
-Ev- se paró mi padre y quitó a mamá de mis brazos.-¿Quieres mostrarnos el vecindario?-
Nos encontrábamos caminando por la calle. No sabía que decir, ambos estaban muy serios.
-Entonces, dime, Evangeline- dijo mi padre.
-Oh papá- tapé mi cara.-¿Qué quieres que diga? No diré que fue un error, no diré que sé aprovechó de mi, no diré que estaba ebria-
-Sí, lo imaginé pero... ¡por dios! ¡Más respeto para la familia Shotton y la señora Smith!-
-No sé que estaba pensando- murmuré- En la propia casa de Mimi, ¿es muy malo lo que hice?-
-Se considera malo-
-¡Pero no lo es! Ustedes lo hacen-
-Estamos casados- dijo mi delicada madre.
-Lo hicieron cuando no lo estaban-
Ambos se voltearon a ver.
-Evangeline, cielo, pero... ¿ese chico? ¿Ese horrible, arrogante, grosero y cínico chico?- preguntó mamá.
-Sí, ese. Y en realidad no es tan malo, y además, no creo que esto sea tan malo como piensan-
-No realmente pero lo es para la señora Smith y Henry y Agatha, después de la confianza que depositaron en ti-
-Vaya confianza-
-Creo que lo más correcto es que John esté aquí- dijo mamá.
-¿Por qué? Mamá, solo nos acostamos, no estoy anunciando mi compromiso ni mi embarazo-
-Debes pedirle una disculpa la señora Smith- dijo mi padre.
Juro que pensé que bromeaba, pero me llevó hasta allá a que me disculpara por acostarme con John, para que sólo me contestara “Era lo menos que podías hacer”.
Como si el sexo fuera algo tan ofensivo, malditos hipocritas.
Regresamos a casa a tomar el té con Agatha y Henry, dónde a todos se les ocurrió hablar de mi “sanción merecida” (según Henry). No pensaba recibir sanción, por parte de mis padres, no; su forma de disciplina era diferente, ellos me daban los pro y los en contra y lo dejaban a mi criterio y conciencia, hasta que me sentía mal por lo que había hecho y lo dejaba de hacer.
-Creo que deberíamos... no puedes ir a la escuela, Evie-
Casi escupí mi té al escuchar a mi padre decir esto, incluso mi madre lo miró sorprendida.
-¿Qué? Debes estar bromeando, después de tus sermones feministas para que terminara la escuela-
-Si quieres seguir haciendo la escuela... la harás en París- dijo.
Reí un poco.-Es para que deje de ver a John, ¿cierto? Pues eso no va a pasar, cielos, ¿ves lo que haces? Me escuché tan adolescente-
-Florence- mi madre tomó mi mano-Piénsalo-
-No- recogí mi bolso y me paré.-No gracias-caminé hacia la puerta.-Eres un traidor Jacques, lo esperaba de Henry, pero no de ti-
Sé que apenas hace muy poco tiempo subí el ultimo capitulo pero ya traigo este, ya lo tenía escrito y lo subo ahorita que tengo tiempo, lean y comenten c: